Este pequeño insecto, cuyas medidas rondan entre los 2 cm y los 5 cm, es el culpable de la muerte de miles de palmeras cada año en nuestro país. Es una especie coleóptero curculionoideo, que entró en nuestro país en el año 1993 por la costa granadina y del que, hasta entonces, nadie en nuestro país tenía ni siquiera constancia de su existencia. Pero, la cada vez más emergente actividad comercial internacional, hizo que este insecto de un color rojo muy característico llegase hasta España y, ahí, comenzaron sus innumerables daños en los diversos tipos de palmeras existentes en nuestro país. Desde entonces, el picudo rojo se ha convertido en una auténtica plaga que afecta a una gran cantidad de Comunidades en España, especialmente las ubicadas en zonas costeras, y su ritmo de expansión está siendo imparable así como los daños provocados en las palmeras.
Los adultos del picudo rojo pueden provocar daños en las hojas debido a su alimentación, pero los daños más importantes son los causados por las larvas. Las larvas pasan toda su vida en el tronco. Los primeros signos de infestación y daños son apenas perceptibles y solo se dejan ver en una etapa avanzada. La corona y el tronco muestran orificios con exudado viscoso de color marrón y algunas fibras apelmazadas saliendo hacia fuera. En el interior las hojas se pudren, se vuelven amarillas y se marchitan. Para cuando los daños se han hecho visibles la palmera está seriamente dañada y muere. Los troncos con galerías que han sido excavadas por las larvas se debilitan y no dan estabilidad suficiente al árbol, y como consecuencia de esto las palmeras se pueden caer.
El picudo rojo no pica a personas ni animales, sin embargo hay que tener cuidado al pasar por las zonas donde hay palmeras afectadas por picudo rojo, puesto que pueden haber quedado huecas en su interior, lo que provoca que se caigan hojas o el propio tronco.
Ofrecemos el servicio de control de picudo rojo.